A veces, las lecciones más importantes de la historia no están solo en los libros, sino también en las voces de quienes han estudiado el pasado para construir un futuro mejor. Eso es lo que sucedió el pasado sábado en el Diálogo educativo para la convivencia y la memoria democrática, que Fundación CIVES celebró en Castuera, de la mano de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y con el apoyo y colaboración del Ayuntamiento de Castuera. Durante la jornada, el Centro Cultural de Castuera se llenó de juventud, profesorado y expertos para analizar la diferencia entre educar en democracia y adoctrinar en una dictadura.
El alcalde de Castuera, Francisco Martos Ortiz, fue el primero en abrir el encuentro con una reflexión sobre la necesidad de reforzar los valores democráticos ante el avance de los discursos ultras entre la juventud: «Tenemos que preguntarnos por qué hay un déficit de conocimiento de nuestra historia y cómo deberíamos acabar con él».
Después fue Manuel Candalija, que acudió en representación de la Diputación de Badajoz, quien tomó la palabra y recordó que la defensa de la democracia está también en los actos y espacios cotidianos: “Para nosotros es importantísimo que en las aulas se haga democracia”, dijo apelando al profesorado que se encontraba en la sala. “Debemos de transmitir los valores democráticos a nuestros hijos porque los derechos se pierden en un plumazo», aseguró.
Finalmente, Victorino Mayoral Cortés, presidente de la Fundación CIVES, comenzó poniendo el valor el trabajo pedagógico de la Fundación, especialmente relevante en un contexto donde la memoria democrática es atacada por los sectores más reaccionarios: “Nos propusimos desde el principio trabajar la memoria para que se reflejara en el currículo escolar, que no puede ser borrado por ninguna Ley de Concordia”. Tras reivindicar una “democracia con memoria” y recordar al alumnado que “una dictadura es la eliminación de toda libertad y todo derecho», remató con un potente mensaje para los jóvenes: «Los derechos de los que disfrutáis no son regalos, son conquistas”.
Heridas abiertas y verdades necesarias
Tras una actuación emocionante de la Escuela Municipal de Música de Castuera, llegó la primera gran conferencia “La memoria transterrada del exilio contemporáneo extremeño: de Diego Muñoz Torrero a Suceso Portales Casamar”, que impartió magistralmente el historiador José María Lama Hernández. Todo un repaso a los nombres que marcaron la historia reciente y que tuvieron que marcharse perseguidos por la intolerancia.
Y es que la jornada se convirtió en todo un viaje por la historia de nuestro país. La mesa sobre «Memoria Democrática de la Mujer» enfrentó a los asistentes a una realidad brutal: la «doble represión» que sufrieron ellas, como explicó Candela Chaves (del proyecto PREMHEX), «por vencidas y por ser mujeres». En la misma charla, la profesora de Sociología Eva María Pérez (Universidad Extremadura) puso el foco en la historia invisible de las maestras rurales, agentes de cambio en un mundo que las quería sumisas. Un diálogo fructífero y clarificador presentado por Piedad Roso, concejala de cultura en el Ayuntamiento de Castuera.
El punto final lo puso el profesor de la UNED Guillermo León Cáceres con una revelación sobrecogedora: el desconocimiento, incluso entre los jóvenes de la zona, de la existencia del Campo de Concentración de Castuera. Un lugar de represión y olvido que, como él mismo advirtió, intentos como las «leyes de concordia» amenazan con sepultar de nuevo.
El corazón del diálogo: la juventud toma la palabra
Pero el momento más especial llegó cuando los estudiantes tomaron el micrófono, moderados por la profesora y ex delegada provincial de Badajoz, Olga Luengo Quirós.
El IES Castuera trajo al presente la voz de Miguel Hernández, imaginando su dolor y recordando su lucha. El IES Eugenio Frutos lanzó un mensaje que caló hondo en el auditorio: «Recordar no es vivir con odio, es hacer justicia». Desde el IES Extremadura nos trasladaron a las aulas de los «maestros silenciados» de la República, aquellos que lucharon contra un 60% de analfabetismo con libros y pedagogía. Y el IES Los Moriscos nos hizo valorar el presente, comparando las libertades de hoy con la opresión de ayer.
El encuentro finalizó con la actuación del profesor y cantautor Jay Martín Bastos y con una entrega de diplomas que puso el broche a la jornada.
