Una de las conclusiones más relevantes salidas del trabajo de investigación sobre la incorporación de la memoria democrática en las aulas elaborado por la Fundación CIVES es que algunos de los temas más importantes de nuestra historia son relegados a la última parte del libro o tratados “de puntillas”, lo que fomenta una desmemoria colectiva en lugar de una recuperación de la misma. Además, aunque en el currículum se recoge tanto de forma explícita como implícita la inclusión de contenidos relacionados con la memoria democrática, parece que existe una tendencia a omitir los temas conflictivos en el aula.
Aunque aparecen menciones que durante mucho tiempo han estado ausentes de los libros de texto, como las relacionadas con la violencia y la represión durante la guerra o durante el franquismo, también es cierto que, muchas veces, esa información se limita a una simple referencia, sin aportar datos o que, incluso, muestran una vertiente de “responsabilidad compartida” en la represión, síntoma de exceso de neutralidad, equidistancia o poca implicación.
Desde la Fundación CIVES alertan de que este escaso posicionamiento puede traducirse en la transmisión de un mensaje al alumnado donde esos acontecimientos violentos y conflictivos del pasado reciente son un aspecto más de la historia de España, sin aprovechar la posibilidad de tratar de aprender de los errores y abordar problemas socialmente relevantes.
Por ello, afirman que no se puede dejar el tratamiento de temas fundamentales a expensas de la buena disposición de los y las docentes, que estarán, o no, implicados con esas problemáticas en función de sus propias ideologías y que pueden inclinarse más a la “desmemoria” que a la memoria, para evitar posicionamientos incómodos que puedan generar problemas con el equipo directivo, el resto de docentes o, incluso, con las familias de su alumnado.
Si a esta situación le unimos el contexto político social en el que estamos inmersos actualmente, añaden, con el resurgimiento del extremismo y el aumento de determinados partidos políticos que rescatan discursos casposos, polvorientos y antidemocráticos, estaremos en grado de entender la importancia de rescatar el pasado como aprendizaje colectivo para que no se vuelva a repetir la barbarie.